Comparación entre marketing digital y marketing tradicional
Una comparación entre el marketing tradicional y el marketing digital te permitirá establecer las estrategias más convenientes para tu negocio según su naturaleza y objeto. Aunque en la actualidad nos identificamos con el mundo digital, no hace mucho que existen el posicionamiento web y las redes sociales.
El propósito es conocer las necesidades del mercado y lanzar productos que las satisfagan. La combinación de ambas estrategias, arrojará excelentes resultados como buen ROI, altos porcentajes de market share y reconocimiento de marca.
Marketing online vs. Marketing offline
Inicialmente, conviene aclarar que el marketing digital u Online, no es más que el marketing tradicional (offline) ejercido en internet. Los objetivos son iguales en ambos casos, y muchas de las técnicas, estrategias y métodos análogos, conservan su esencia, aplicados en la red.
En la publicidad y el marketing, las ventas, el posicionamiento, la fidelidad de clientes y el reconocimiento de marca, son algunos de los objetivos clave. Así que las estrategias se centran en la calidad del producto o servicio, y las necesidades de los potenciales.
Los canales de difusión tradicionales que se utilizan para lograr tales fines, son unidireccionales. Así, las vallas publicitarias, radio, prensa, televisión o papelería son algunos de los recursos más comunes.
Mientras tanto, en el marketing digital se toman como referencia las necesidades de los usuarios, partiendo de su comportamiento en línea. De manera que los canales de comunicación directa son también, el lugar donde se generan las campañas de promoción y las estrategias de venta.
Así, las redes sociales, páginas web, landing pages, y blogs, son escenarios donde convergen materiales publicitarios, de promoción, venta y comunicación bidireccional y fluida, entre las marcas y sus tribus.
Diferencias entre el marketing digital y tradicional
Segmentación
En el marketing tradicional, los segmentos de público parten de la edad, ubicación geográfica, poder adquisitivo, nivel de instrucción, entre otros, de naturaleza objetiva. Esto ayuda a definir los intereses de la empresa y su tribu, evaluándose la relación costo-valor de los productos y servicios ofrecidos.
En el marketing digital, se consideran además los gustos e intereses del público objetivo y su comportamiento en línea. Fuentes de información son las tendencias, la opinión pública, avances en la tecnología, fenómenos socioeconómicos y otros aspectos que puedan afectar la percepción del consumidor.
Comunicación
Offline, la comunicación de marca es unidireccional, dirigida a masas, constituyendo al público objetivo en sujeto pasivo, susceptible de insatisfacción a sus requerimientos. El mensaje llega por medios tangibles (radio, televisión) con la intención de generar necesidad del producto, e influir en la decisión de comprar.
Online, la comunicación es bidireccional, fluida y personal, lo que la hace confiable, con resultados inmediatos. Esta interacción personalizada propicia una relación empresa-cliente tangible, y generadora de credibilidad hacia la marca.
Posicionamiento
El posicionamiento mediante el uso de los canales tradicionales (prensa, relaciones públicas, material impreso, etc), es de amplio alcance a nivel local. Aunque, suele ser un poco más lento, es efectivo para establecer el reconocimiento y fidelidad de marca.
En internet y canales digitales: aplicaciones, sitios web, redes sociales, el crecimiento es posible por el tráfico que se genere en torno a la marca. En ese sentido, el truco está en generar conversación y aprovechar herramientas como el copywriting y el SEO para el posicionamiento orgánico.
Rentabilidad
El mercadeo tradicional requiere la contratación de espacios publicitarios en medios impresos, actividades públicas, entre otras acciones para posicionar la marca. Ello supone importantes inversiones de tiempo y dinero, pero alcanzan masas sin acceso al internet y favorecen la experiencia de consumo, por lo que justifican el coste causado.
El marketing digital se ejecuta mediante la contratación de agencias especializadas en promocionar negocios, cuyas estrategias resultan menos onerosas que las tradicionales. La construcción de una página web o la gestión de Redes Sociales siempre resultarán menos costosos, que contratar un espacio publicitario en televisión.
Además, existen herramientas de publicidad, promoción y mercadeo online de uso gratuito, ideales para negocios pequeños, aunque las aspiraciones empresariales requieren inversiones reales. Adquirir un dominio, contratar gestión de Redes Sociales y asesoría especializada, son costos de inversión a considerar en la medida que crece el negocio.
Publicidad
Los procesos publicitarios tradicionales funcionan masivamente por lo que resultan invasivos, afectando audiencias no interesadas en recibirlos. Además, imponen horarios y espacios determinados y regulados por normas generadoras de responsabilidad social, para poder difundirse y llegar al público objetivo.
Tales obstáculos afectan la generación de clientes y potenciales compradores, por lo que debilitan la eficacia de esta estrategia haciéndola poco rentable. Sin embargo, estas circunstancias no aplican para todos los casos, por ejemplo, si promocionas y vendes juguetes para niños, no tendrás dificultades de esta naturaleza.
La publicidad digital, por el contrario, llega solo a las personas que cumplen con el perfil de segmentación, por lo que resultan menos invasivos. Además, los usuarios deciden qué contenidos desean buscar o consumir, y confían en las marcas que buscan, lo que facilita la generación de compras en línea.
Medición
La gestión del mercadeo tradicional se mide a través de encuestas de satisfacción y niveles de aceptación, lo que demanda análisis posterior. Ello retrasa la obtención de resultados que permitan tomar decisiones oportunas orientadas a ajustar las estrategias que se requieran.
El rendimiento del mercadeo digital se mide con estadísticas obtenidas en campañas digitales, índices de interacción y la aplicación de Inteligencia Artificial. Esto permite medir el comportamiento de los usuarios, estudiar sus opiniones y obtener resultados inmediatos.
Fidelización
El marketing tradicional se orienta al impulso de la misión y visión empresarial, cuidando los intereses económicos e ignorando las sugerencias de los compradores. Esto desfavorece la fidelidad del usuario y su compromiso como consumidor con la marca.
En el marketing digital se escuchan las necesidades de la comunidad. La fidelidad surge entonces recíprocamente, lo que favorece la rentabilidad de las estrategias y fortalece los negocios.
Conocer las diferencias entre estas estrategias de mercadeo permite decidir la manera en que se aprovechan sus múltiples ventajas de manera inteligente. Combinar ambas siempre arrojará resultados favorables, porque se complementan entre sí.